lunes, 12 de noviembre de 2018

BUSCANDO SILLAS Y MESA PARA EL JARDÍN


Cuando hace buen tiempo es muy agradable comer o simplemente pasar el rato en el jardín. Pero, ¿qué sillas y mesa pondremos en el jardín?. Para responder a esta pregunta hemos de ver nuestro jardín y ver lo que armoniza con el mismo. Las sillas y mesa que pongamos además de tener su función también son elementos decorativos en el jardín y han de guardar un equilibrio con el mismo.

Para ilustrar esta búsqueda he cogido como referencia la página www.lionshome.es simplemente usando su buscador con la palabra “jardín” o también usando este enlace directo: www.lionshome.es/jardin-exterior-muebles-para-el-jardin/jardin-terraza/. Dispone de un variado catálogo de muebles y elementos decorativos para el jardín.

Si tenemos un jardín minimalista o de estilo moderno sus características serán las siguientes: Geometría elemental, precisión en los acabados, abstracción,  economía de lenguaje y medios, ausencia de ornamentos superfluos, pureza estructural y funcional, orden, reducción y síntesis, naturalidad, sencillez, concentración y armonía de los elementos (búsqueda de equilibrio).

En este tipo de jardín buscaremos sillas y mesas sencillas, pero cómodas y funcionales. Un ejemplo en esta página web es el salón de jardín Sunny, Concebido en metal y resina sintética, este salón de jardín resistirá a las intemperies y los rayos del sol y tiene un diseño ultra contemporáneo. Este conjunto está  compuesto de un sofá 2 plazas y sillones, la mesa de centro es de resina sintética con el tablero de cristal. Este conjunto está en color azul y negro.

Este otro también puede quedar muy bien en este tipo de jardines. Es el Conjunto de jardín Acapulco. Hecho en metal y ratán sintético.
Si tenemos un jardín en un entorno urbano sus características serán las siguientes: Uso óptimo del espacio, naturalidad, sencillez, búsqueda de contrastes en el color, desconexión y relajación, comodidad y creatividad.

En este tipo de jardín buscaremos un modelo sencillo, moderno  y práctico como por ejemplo el conjunto jardín Barcelona compuesto por cuatro sillas y una mesa. Realizado con aluminio, textilén y cristal templado en la mesa.

Otra buena opción es el conjunto de jardín modelo Ampurias La composición consta de una mesa alta de médula sintética, con tapa de cristal templado y 4 sillones de comedor apilable de médula sintética.
Si tenemos un jardín cerca del mar sus características serán las siguientes: búsqueda de elementos a los que nos les afecte el salitre y la fuerza del viento marino, comodidad, relajación, colores blancos o marinos, naturalidad y complacencia.

Mi opción favorita para este jardín es el uso del color blanco, una búsqueda del estilo isleño de Ibiza. Podemos usar el salón de jardín Sunny que ya hemos citado con su línea en azul y blanco. Pero otra buena opción sería la opción de juego de comedor para jardín Italy. Este conjunto tiene una gran mesa de comedor rectangular de 100x220x74 cm y está realizada con aluminio, vidrio templado transparente y ratán sintético blanco. También las sillas están revestidas de ratán blanco sintético.


Si tenemos un jardín de estilo rústico sus características serán las siguientes: búsqueda de materiales como la madera, la piedra, la terracota, etc., la relajación, el contacto con la naturaleza y lo rural, la sencillez y la calidez.

Siempre busco la madera en este tipo de jardín. El Charles Bentley jardín madera muebles Patio es una buena opción para este estilo de jardín. Este conjunto en concreto es de madera de eucalipto, pero existen otros tipos de madera que nos quedarán genial como son la madera de acacia, de nogal, de cerezo, de roble, de pino y de teka.

Hay muchas opciones en el mercado, pero insisto en que además de ver precio y calidad, también es recomendable para elegir un conjunto de mesa y sillas para el jardín, saber cómo es nuestro jardín y si puede complementar el mismo o si contrasta totalmente y es equivocado.

lunes, 22 de octubre de 2018

SANTA BÁRBARA, GOTA FRÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO


Según la página tiempo.com el mes de agosto ha sido muy cálido y muy húmedo. La temperatura media, 24,9ºC, es 0.8ºC más alta que la de la climatología de referencia (24.1ºC), y la precipitación acumulada ha sido 37,6 l/m2, que es casi el doble que la del promedio climático del periodo 1981-2010 (20.1 l/m2).

La semana pasada en la Comunidad Valenciana hemos sufrido un episodio severo de “gota fría”. A grandes rasgos, la gota fría es el resultado de un frente de aire polar frío (corriente en chorro) que avanza lentamente sobre Europa occidental a gran altura (normalmente 5-9 km) y que, al chocar con el aire más cálido y húmedo del Mar Mediterráneo, genera fuertes tormentas. Estas fuertes tormentas han descargado en algunos puntos de la Comunidad valores cercanos a los 190 l/m2.

En el “Google trends” que es una herramienta para consultar los términos más buscados en Google, encontramos que la búsqueda de “cambio climático” tiene índices de tendencia popular en la Comunidad Valenciana desde este verano pasado.

Esto refleja como popularmente se dice: Nos acordamos de Santa Bárbara cuando oímos tronar. Incluso estos pasados días hemos visto como ha sido noticia que Donald Trump haya reconocido que existe el cambio climático.

Los científicos avisan que en España y dentro de la misma la Comunidad Valenciana será una de las regiones más castigadas por el cambio climático. Va siendo ya hora de que empecemos a tomarnos esto en serio.


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miércoles, 10 de octubre de 2018

RUTA POR EL PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO POR EL CIRCO DE SOASO (HUESCA)

Es la primera vez que piso Huesca, tierra de brujas y aguerridos montañeros. Había oído hablar mucho del Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido, y este octubre he tenido la oportunidad de acercarme y la verdad es que las maravillas que me habían contado se han quedado cortas, es un paraíso en la tierra. Si puedo volveré a hacer más rutas.




La ruta que he hecho es la más famosa y visitada, son 17,50 Km entre ida y vuelta. Dejando el vehículo en el  aparcamiento de la Pradera de Ordesa, me dirijí hacia el camino que hay próximo a la caseta de los Guardas, ya al final del aparcamiento, este camino discurre por la orilla del río Arazas. Practicamente todo el camino discurre a la sombra de pinos, abetos y hayas. En esta época el suelo ya tiene hojas caídas y en los árboles empieza a apreciarse los tintes propios del otoño. En algunas zonas y siempre en dirección al norte podemos observar grandes mantos de musgo recubriendo piedras y troncos de árboles.

Siguiendo el camino me encontré con la Cascada de Arripas y un poco más adelante otras dos cascadas, de la Cueva y del Estrecho.

Siguiendo el camino crucé el Bosque de las Hayas (todavía con hojas verdes) y me dirijí a las gradas de Soaso, espectacular paisaje de piscinas naturales en terraza a distintos niveles que forman pequeñas cascadas.

El sendero que comienza desde las gradas es el de mayor desnivel de la ruta y el de mayor dificultad debido a que el suelo está formado por muchas piedras grandes y sueltas. Seguí subiendo hasta el espectacular Circo de Soaso, un valle pirenaico rodeado por una herradura de altas montañas, valle habitado por vacas.

Cruzando todo el valle en dirección a un pequeño montículo, detrás llegué al destino de la ruta, a la cascada de la Cola de Caballo.

Esta ruta, la ida en subida se puede hacer en una media cercana a tres horas y para la vuelta en bajada podemos recortar este tiempo entre media hora o tres cuartos de hora. En estas fechas hay que ir abrigado y llevar a mano chubasquero y/o paraguas, también hay que tener muy en cuenta las horas de luz con las que podemos hacer la ruta. Hay cobertura de teléfono móvil, pero en ciertos lugares desaparece.

A los amantes de la naturaleza, tenéis que ir al menos una vez en la vida.


martes, 2 de octubre de 2018

CARTA DEL JEFE INDIO SEATTLE

El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Wáshington. A cambio, promete crear una "reservación" para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde en 1855 con una carta que es considerada por los ecologistas como la declaración más hermosa y profunda que jamás se ha hecho sobre el medio ambiente.


El Gran Jefe Blanco de Wáshington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Wáshington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.
Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?
Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja.
Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.
Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Wáshington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.
Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.
La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.
Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un  salvaje y no comprendo.
No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.
¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.
El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.
Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.
¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.
Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.
Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.
Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.
Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.
Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.
La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.
Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.
Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.
¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.
¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.
La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.
FIN

LA BIBLIOTECA DE FORMAJARDIN