viernes, 21 de abril de 2023

DÍA DE LA TIERRA

El Día de la Tierra es un día celebrado en muchos países el 22 de abril. Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la superpoblación, la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.
 
La primera manifestación tuvo lugar el 22 de abril de 1970, promovida por el senador y activista ambiental Gaylord Nelson, para la creación de una agencia ambiental. En esta convocatoria participaron dos mil universidades, diez mil escuelas primarias y secundarias y centenares de comunidades. La presión social tuvo sus logros y el gobierno de los Estados Unidos creó la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y una serie de leyes destinada a la protección del medio ambiente.
 
En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente: la Cumbre de la Tierra de Estocolmo, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales.

Las Naciones Unidas celebran el día de la Tierra anualmente en el primer equinoccio del año (alrededor del 21 de marzo). El 26 de febrero de 1971, el secretario general U Thant firmó una proclamación a ese efecto.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los las acciones que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta. 
Hagamos extensible el día de la Tierra para todos los días del año.

domingo, 12 de marzo de 2023

POR FIN EN LA TELE HABLAN DE LA DESPOBLACIÓN RURAL ESPAÑOLA

Hoy es el sexto aniversario de un hecho a destacar para la lucha contra la despoblación. El domingo 12 de marzo de 2017 en La Sexta TV emitieron el programa "Salvados" de Jordi Évole. En esta ocasión el programa se titulaba "Tierra de nadie". 



Me albergó una sensación agridulce viendo el programa, por un lado estaba muy contento de que alguien hablará de la despoblación rural en un programa de televisión tan visto como el de Jordi Évole, pero por otro lado reconocía perfectamente los problemas de los hablaban los habitantes de los pueblos que aparecieron en el programa, Utrilla y Chumillas.

Pensé que en el programa se reflejó perfectamente la situación actual de los pueblos pequeños, pero creo que faltó valentía. El equipo de Jordi Évole tenia que haber subido el escalón gubernamental, los ayuntamientos hacen lo que pueden, tenía que haberse dirigido al gobierno autonómico o al gobierno central y haber lanzado esta pregunta: ¿Qué medidas se están llevando a cabo para evitar la despoblación rural?.

Existen en peligro de extinción alrededor de 4.000 municipios en España, son los que tienen menos de 500 habitantes. Es un tema muy serio y del que hoy todavía no se habla lo suficiente.

Para acabar el artículo os dejo dos de los momentos del programa que más me gustaron porque invitan a la reflexión.

https://www.lasexta.com/programas/salvados/mejores-momentos/incomunicado-y-con-los-habitantes-mas-envejecidos-de-europa-asi-es-la-serrania-celtiberica-el-territorio-mas-despoblado-de-espana_2017031258c5aee30cf264516caecae6.html

jueves, 2 de marzo de 2023

EL CUENTO DE LAS CASAS TRISTES DEL PUEBLO

No hace muchos años todas las casas del pueblo estaban muy vivas y alegres, llenas de familias que las cuidaban y mimaban. En estas familias los adultos trabajan las tierras y los animales, los niños iban a la escuela,  jugaban en las calles de tierra y también ayudaban en lo quehaceres cotidianos.

Cuando llegaba el buen tiempo esas mismas familias salían de casa y en las mismas puertas formaban corrillos de sillas después de cenar para "tomar la fresca", charrar y charrar, hablar del tiempo, de los hijos, de las cosechas y algún cotilleo. 

En esos tiempos todas las casas lucían un buen lustre, se encalaban las fachadas, se arreglaban los tejados y en definitiva estaban bien mantenidas.

Poco a poco la ciudad fue atrayendo a unas pocas familias que decidieron marcharse del pueblo, pero poco más tarde el número de familias que marcharon fue año tras año aumentando. Las casas todavía no estaban tristes, aquellas familias volvían al pueblo los fines de semana y en vacaciones.

De aquellas familias que se fueron nacieron varias generaciones y el apego al pueblo ya iba siendo menor, solamente iban al pueblo en fiestas y poco más. A esto también se sumo que las familias que se habían quedado en el pueblo mandaban sus hijos a estudiar y trabajar en la ciudad. Las casas del pueblo empezaban a temerse lo peor.


Una buena cantidad de casas se quedaron vacías, tenían muchos dueños, pero ninguno las habitaba. Estos dueños las intentaron alquilar o vender, pero no habían compradores. Estas casas vacías entraron en una tristeza profunda y empezaron a enfermar. Sus fachadas dejaron de estar limpias y encaladas, las termitas devoraban su madera, aparecieron humedades y goteras.

En la actualidad muchas de esas casas sin vida están en ruinas y otras muy cerca. Su única oportunidad es que alguien se haga cargo de ellas para que vuelvan a estar muy vivas y alegres, de nuevo. FIN

Cuando decidí hablar de las casas abandonadas en los pueblos se me ocurrió darle forma de cuento, lo que pretendía era quitarme un poco la tristeza que me da hablar de este tema.

En este cuento hablo de la despoblación rural y como fruto de la misma se han quedado en los pueblos muchas casas vacías, algunas de ellas de muchísimos años. También hablo del tema de que cada vez estas casas tienen más dueños por el tema de las herencias y de qué la solución de alquiler o venta fracasa más cuanto más tiempo las casas han permanecido vacías y sin arreglar.

Hay muchas casas prácticamente en ruinas que además de afear el pueblo también constituyen un peligro para la propia gente que camina por las calles.

Además de que las administraciones autonómicas se deben implicar en el problema de la despoblación también deben implicarse y dar soluciones al problema de las "casas tristes" de los pueblos.

jueves, 16 de febrero de 2023

CÓMO ROMPER LA MONOTONÍA DE LOS CAMINOS RECTOS DEL JARDÍN

La línea recta minimiza la distancia entre dos puntos, pero acaso, ¿cuándo paseamos en un jardín tenemos prisa?. Es por eso que no podemos abusar de caminos rectos. Es recomendable utilizar curvas en las que no veamos el final de las mismas, esto es una invitación para recorrerlas.

En un camino recto observamos desde el comienzo todo el recorrido, nuestra visual recorre el trazado del camino en un instante. Para que esto no ocurra y nuestra visual se detenga curiosa, os voy a enseñar unos pequeños trucos.

EL USO DE LAS FORMAS REDONDEADAS: En esta imagen observamos un camino con trazado recto, pero tanto la forma del camino como la de los arbustos predomina la redondez. Nuestra visual se detiene, nos llama la atención.


EL USO DE LOS QUIEBROS: Manteniendo las líneas rectas podemos hacer quiebros en el camino, conseguiremos el mismo efecto de paralizar nuestra visual, pero además podemos utilizar estos espacios en el camino para poner mobiliario como fuentes, bancos, etc. o incluso colocar jardineras y macetas. De esta forma justificamos doblemente esos quiebros en el camino, por un lado rompemos la monotonía del camino recto y  por otro lado integramos en el camino elementos prácticos y/o decorativos.


LA BIBLIOTECA DE FORMAJARDIN