Las necesidades de agua de riego en los jardines, en muchos casos parecen tabuladas de una forma observacional, en función de los datos de campo tomados, y las medias que solemos aplicar, en cada ocasión, para el buen estado de los jardines.
No obstante, la práctica y la teoría, van de la mano, y en este articulado, vamos a ver ciertos conceptos que deberemos tener en cuenta para la correcta programación de los riegos en jardines a su aplicación, y cuyo desarrollo, podemos verlo a través de los distintos manuales de cálculo que existen.
El suelo y la planta, su evapotranspiración y la precipitación que tengamos en cada momento, limitarán el consumo de un bien escaso como es el agua. No cabe indicar, que el diseño del jardín será fundamental, y como veremos más adelante, si bien existen jardines con un mantenimiento de 1€/m2 año y bien cuidado, este importe puede incrementarse, en función de cual es el diseño del que partamos, y el suministro de materiales o cuidados que requieran esta zona verde, implantada en un punto determinado.
A partir de cierto momento, las plantas empiezan a marchitarse, a decaer, a languidecer. Vemos como al hojas pierden primero su turgencia, luego se secan las extremidades mas apicales, o los contornos de estas partes de la planta. De un modo recuperable, pasamos a un momento de no retorno. El suelo, veremos que ha perdido su humedad. Hemos alcanzado el Punto de marchitez. Entre un suelo saturado, un suelo que percola, que drena, y retiene cierta cantidad de agua denominada Capacidad de Campo, y este momento, hay una cantidad de agua, a las cual llamamos Agua útil. Esa agua, es la que nuestras plantas requerirán en todo momento para subsistir. Los factores de evaporación desde el suelo (1 litro/seg y Ha) y la planta, consumirá de la misma y deberemos reponerla salvo precipitaciones suficientes, para mantener el buen estado de nuestro jardín.
A mayores necesidades, mayores aportaciones y consumos. El coste de este operativo, marcará que estilo de jardín precisamos y decisiones finales tomaremos.
Veremos semana a semana, como calcular estas necesidades de aportaciones de agua.
Autor : Ramón José Cortina Badía (Ingeniero Agrónomo).