domingo, 16 de febrero de 2020

CONSUMIR RESPONSABLEMENTE EN EL USO DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA


El consumo responsable es aquel que defiende que la humanidad debe cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y a las del planeta, y escogiendo opciones que favorezcan el medio ambiente y la igualdad social.

Muchas veces pensamos que como consumidores no podemos hacer nada por cambiar las cosas, que todo es cómo es, una rueda imparable. Este pensamiento es muy equivocado, tenemos el poder de cambiar las cosas simplemente cambiando nuestras opciones de consumo.

Un ejemplo reciente de lo que estoy hablando es lo que ha pasado en Chile. En este país hace unos pocos años se aprobó una legislación obligando a las empresas de alimentación a poner en los envasados de sus productos sellos advirtiendo que sus productos contenían exceso de azucares, exceso de grasas y otros parámetros indicativos de alimentación poco saludable. Lo que pasó después es que la gente empezó a consumir cada vez más productos libres de estos sellos, lo que provocó a su vez que incluso las multinacionales alimentarias cambiarán la composición de sus alimentos para hacerlos más saludables y que ya no estuvieran obligados a mostrar los famosos sellos de advertencia.

Pues bien, extrapolando este consumo responsable a la energía eléctrica. ¿Nos hemos preguntado alguna vez de donde se obtiene la energía eléctrica que consumimos en nuestros hogares?. En principio no es algo que la gente se pregunte, pero esta inquietud va creciendo conforme la humanidad va adquiriendo mayor sensibilización medioambiental.

Obtenemos energía eléctrica de muy variada forma, las principales son las siguientes: usamos las centrales térmicas que producen electricidad mediante la combustión de fuel o carbón, las centrales hidroeléctricas aprovechan la caída de agua para producir electricidad, las centrales nucleares que extraen la energía del núcleo atómico y por último tenemos las energías renovables que producen un menor impacto sobre el medio ambiente y no necesitan del aporte de ningún tipo de combustible para su funcionamiento. Principalmente son la energía solar y la eólica.

A modo de resumen a grandes rasgos, en el mercado energético español existen dos tipos de empresas, las productoras y las comercializadoras de energía eléctrica. Las segundas compran la energía a las primeras y la venden a sus usuarios. Como hemos visto no es lo mismo producir energía eléctrica de una forma u otra, las energías renovables son mucho más respetuosas con el medio ambiente.

Ya existen empresas comercializadoras que solamente compran energía a productoras que producen con energías renovables. Esta es realmente la opción a elegir para ejercer el consumo responsable.

Un ejemplo de estas comercializadoras es Gana Energía Es una startup valenciana que nace en 2015 como empresa comercializadora independiente, con el objetivo de ofrecer una alternativa real al oligopolio de las grandes eléctricas en España, ofreciendo a los usuarios tarifas bajas y además con el compromiso que toda la energía eléctrica que comercializa proviene 100% de las energías renovables. Si quieres contratar la factura de la luz con esta empresa puedes usar el siguiente código 409051gxP y recibirás un descuento de 10 euros repartido en las próximas diez facturas.

Si quieres que tu factura de la luz contribuya a hacer cambios, súmate al cambio y consume responsablemente.

miércoles, 12 de febrero de 2020

MATEMÁTICAS JARDINERAS (ESCALAS Y PLANOS)

CONCEPTO

La representación de objetos a su tamaño natural no es posible cuando éstos son muy grandes o cuando son muy pequeños. En el primer caso, porque requerirían formatos de dimensiones poco manejables y en el segundo, porque faltaría claridad en la definición de los mismos.  Esta problemática la resuelve la ESCALA, aplicando la ampliación o reducción necesarias en cada caso para que los objetos queden claramente representados en el plano del dibujo. Se define la ESCALA como la relación entre la dimensión dibujada respecto de su dimensión real, esto es:

E = dibujo / realidad

Si el numerador de esta fracción es mayor que el denominador, se trata de una escala de ampliación, y será de reducción en caso contrario. La escala 1:1 corresponde a un objeto dibujado a su tamaño real (escala natural).



ESCALA GRÁFICA

Basado en el Teorema de Thales se utiliza un sencillo método gráfico para aplicar una escala.

1º) Con origen en un punto O arbitrario se trazan dos rectas r y s formando un ángulo cualquiera.

2º) Sobre la recta r se sitúa el denominador de la escala (5 en este caso) y sobre la recta s el numerador (3 en este caso). Los extremos de dichos segmentos son A y B.

3º) Cualquier dimensión real situada sobre r será convertida en la del dibujo mediante una simple paralela a AB.


ESCALAS NORMALIZADAS

Aunque, en teoría, sea posible aplicar cualquier valor de escala, en la práctica se recomienda el uso de ciertos valores normalizados con objeto de facilitar la lectura de dimensiones mediante el uso de reglas o escalímetros.

Estos valores son:

Ampliación: 2:1, 5:1, 10:1, 20:1, 50:1 ...

Reducción: 1:2, 1:5, 1:10, 1:20, 1:50 ...

No obstante, en casos especiales (particularmente en construcción) se emplean ciertas escalas intermedias tales como:

1:25, 1:30, 1:40, etc...


EJEMPLOS PRÁCTICOS

EJEMPLO 1

Se desea representar en un formato A3 la planta de un jardín de 60 x 30 metros.

La escala más conveniente para este caso sería 1:200 que proporcionaría unas dimensiones de 30 x 15 cm, muy adecuadas al tamaño del formato.

EJEMPLO 2:

Se desea representar en un formato A4 una pieza de reloj de dimensiones 2 x 1 mm.

La escala adecuada sería 10:1

EJEMPLO 3:

Sobre una carta marina a E 1:50000 se mide una distancia de 7,5 cm entre dos islotes, ¿qué distancia real hay entre ambos?

Se resuelve con una sencilla regla de tres:

si 1 cm del dibujo son 50000 cm reales

7,5 cm del dibujo serán X cm reales

X = 7,5 x 50000 / 1 ... y esto da como resultado 375.000 cm, que equivalen a 3,75 km.


USO DEL ESCALÍMETRO

La forma más habitual del escalímetro es la de una regla de 30 cm de longitud, con sección estrellada de 6 facetas o caras. Cada una de estas facetas va graduada con escalas diferentes, que habitualmente son:

1:100, 1:200, 1:250, 1:300, 1:400, 1:500

Estas escalas son válidas igualmente para valores que resulten de multiplicarlas o dividirlas por 10, así por ejemplo, la escala 1:300 es utilizable en planos a escala 1:30 ó 1:3000, etc.

Ejemplos de utilización:

1º) Para un plano a E 1:250, se aplicará directamente la escala 1:250 del escalímetro y las indicaciones numéricas que en él se leen son los metros reales que representa el dibujo.

2º) En el caso de un plano a E 1:5000; se aplicará la escala 1:500 y habrá que multiplicar por 10 la lectura del escalímetro. Por ejemplo, si una dimensión del plano posee 27 unidades en el escalímetro, en realidad estamos midiendo 270 m.

Por supuesto, la escala 1:100 es también la escala 1:1, que se emplea normalmente como regla graduada en cm.

lunes, 3 de febrero de 2020

USO DE AGUA DE LLUVIA PARA RIEGO (PARTE 2)

Con el agua de lluvia podemos regar nuestro jardín varias veces, la primera cuando directamente cae sobre el jardín, pero podemos acopiar el agua de nuestro tejado y realizar varios riegos posteriores con la misma agua de lluvia.

Aquí os dejo un interesante ejemplo de cómo se puede hacer una captación fácil del agua de lluvia. 

lunes, 20 de enero de 2020

USO DE AGUA DE LLUVIA PARA RIEGO (PARTE 1)

Foto de almendro en el interior de Valencia
Gran parte de los alimentos que necesitará un creciente número de habitantes de los países en desarrollo en el futuro próximo procederá sobre todo de los cultivos de secano y no de los cultivos bajo riego ya que las posibilidades de incrementar el área bajo riego son limitadas. Las zonas subhúmedas y semiáridas están caracterizadas por períodos sin lluvias, tanto dentro las estaciones lluviosas o entre las mismas; estas son, además, generalmente impredecibles. Por estas razones, el rendimiento de los cultivos y las pasturas y la cantidad de agua en las corrientes son afectados no sólo por la cantidad total de agua de lluvia en una estación específica, sino también por la frecuencia, la duración y la severidad del estrés hídrico sobre las plantas en distintas etapas de su crecimiento.

Es necesario otorgar mayor atención al valor, la captura y el uso del agua de lluvia para aumentar la producción de las tierras de agricultura de secano en los trópicos y subtrópicos, lo cual se justifica por dos razones importantes:

Un creciente número de habitantes rurales de escasos recursos vive en áreas donde dependen sólo del agua de lluvia para la producción de sus cultivos y para las necesidades domésticas.

Dado que los rendimientos de los cultivos en los campos de los pequeños agricultores están muy por debajo de la media de las parcelas bien manejadas de las estaciones experimentales, es posible obtener un modesto incremento de los rendimientos mientras que, proporcionalmente, mayores incrementos en las áreas regadas parecen ser improbables.

La productividad del suelo debería ser mantenida y mejorada en todo momento; presenta dos características fundamentales que se deben cumplir, sin las cuales el crecimiento de las plantas será limitado y la productividad de los suelos no será sostenible:

Suficiente agua en el suelo, con óptimas proporciones de espacios de poros y sólidos y de suficientemente larga persistencia a tensiones disponibles para las plantas: es fundamental para que estas completen su ciclo de crecimiento.

En los suelos dañados, obtener una máxima porosidad, mantenerla adecuadamente y mejorar y mantener su capacidad de autorecuperación biológica son formas efectivas de mejorar la producción de los cultivos en las zonas en que el agua de lluvia es un factor limitante (Shaxson, 1993).

El éxito del manejo de agua en los sistemas de secano se basa en: (1) la retención de la precipitación pluvial en la tierra; (2) la reducción de la evaporación y (3) la utilización de cultivos tolerantes a la sequía que se adecuan a los modelos de lluvia (Stewart, 1985). Esto genera tres preguntas importantes:

¿Puede el agua introducirse rápidamente en el suelo a fin de evitar la escorrentía?

¿Está el suelo en condiciones de permitir la absorción de agua por las plantas sin que sufran los efectos nocivos del estrés hídrico en sus tejidos y permitir la transmisión del exceso de agua a las aguas subterráneas?

¿Cómo es posible mejorar la capacidad técnica de los agricultores respecto al manejo del suelo y de los cultivos a fin de eliminar las diferencias que se encuentran entre los rendimientos de las estaciones experimentales y los que se obtienen en el campo de los agricultores?

Para corregir efectivamente estos problemas sobre la capacidad para producir cultivos y mantener las corrientes de agua no es suficiente considerar solamente los factores macroscópicos. Un programa de acción debe estar basado también en la comprensión de lo que ocurre a nivel microscópico. Esto incluirá comprender como las plantas y los suelos funcionan conjuntamente y como se espera que reaccionen a las intervenciones propuestas. Por ejemplo:

El colapso o la compactación de los poros de todos los tamaños es la razón principal por la cual el agua no puede entrar en el suelo y origina la escorrentía.

Un factor clave para la sostenibilidad del suelo es el mantenimiento de la capacidad biológica de autorecuperación y como favorecer esta actividad biológica en el campo.

Una comprensión amplia de tales factores puede llevar a un mayor respeto por el suelo como ambiente para la actividad biológica, para meso- y microorganismos, así como también para las raíces.

**Texto extraido del documento de la FAO titulado "Optimización de la humedad del suelo para la producción vegetal" (www.fao.org).

LA BIBLIOTECA DE FORMAJARDIN